CAUSAS
Rivalidades territoriales: entre Francia y Alemania perdura el contencioso
de Alsacia-Lorena. El nacionalismo francés no deja de reivindicar los
territorios. Polonia continúa dividida entre Austria, Rusia y Prusia. Las
fuerzas nacionalistas polacas reivindicaban la resurrección de Polonia, Trazado
de fronteras entre Albania y Grecia, el Epiro norte de habla griega es adjudicado
por una comisión a Albania, las islas turcas del mar Egeo suscitan tensiones
entre turcos y griegos, bajo la mirada ambiciosa de los italianos.
La cuestión de los estrechos: los alemanes arman al ejército turco y
modernizan sus fortificaciones. El gobierno ruso mira con inquietud la
presencia alemana.
La inseguridad de las fronteras de unas zonas, las reivindicaciones nacionalistas
en otras son elementos que deben ser considerados en la tensa situación
internacional de 1914. Rivalidades psicológicas: los estados de ánimo colectivo
producido por la política de armamentos que fue un resultado de la tensión pero
que a su vez contribuyó a agravarla. Los estados aumentan sus ejércitos y
armamentos y Francia, por ejemplo, eleva el servicio militar a tres años.Para
conseguir que los parlamentos y la opinión pública aceptasen el aumento de las cargas
militares, los estados mayores se ven obligados a insistir en el peligro de la
guerra. La prensa se hace del riesgo y abundan las innovaciones patrióticas, en
Alemania se glorifica la idea de la guerra. En Francia y en Gran Bretaña la
opinión pública reflejó unas más hondas actitudes pacifistas.
CONSECUENCIAS
La guerra fue acompañada de la debacle
económica. A consecuencia de los combates terrestres y aéreos, Europa quedó devastada. Los masivos bombardeos, ejecutados, tanto por las
potencias del Eje (durante la primera fase del conflicto), como por los aliados
(en la segunda) agravaron el problema. Ciudades,
industrias, nudos ferroviarios y carreteras quedaron seriamente
dañados. Millones de toneladas de barcos
fueron enviados al fondo del mar. Se calcula que Europa perdió aproximadamente el 50% de su potencial industrial. Otro tanto sucedió a Japón. El sector agrícola
también se vio afectado; se perdieron cosechas enteras, y el hambre, erradicada en Europa desde el
siglo XVIII, apareció de nuevo. En China
millones de personas perecieron por ese motivo. La industria bélica se fortaleció en detrimento de la de bienes de consumo. El sector servicios se resintió
igualmente. Una vez concluido el conflicto resultó una difícil tarea la reconversión de la industria pesada,
destinada a producir equipamiento militar, en otra encaminada a producir bienes
y servicios. En Estados Unidos
y, sobre todo en la URSS, la industria
militar siguió jugando un papel crucial, debido al hecho de la "Guerra Fría", situación que
no se alteraría hasta la década de los 90. Al término del conflicto las viejas potencias europeas, Reino Unido, Francia y Alemania,
habían perdido definitivamente el liderazgo económico que ya habían comenzado a
ceder a Estados
Unidos tras la Primera Gran
Guerra.
Por contra, la economía
estadounidense salió reforzada y experimentó un espectacular auge, especialmente en su sector
industrial, con un crecimiento
del producto interior bruto en torno al 10% anual. El país americano se había
convertido en el mayor proveedor
de productos manufacturados a los aliados, a quienes había concedido
importantes sumas de dinero en forma de créditos. En 1945 era acreedor de la mayoría de los estados
y controlaba dos tercios del total de las reservas mundiales de oro. Su hegemonía como potencia industrial,
financiera y agraria se impuso sin discusión, superando a la de su principal
oponente, la URSS.